domingo, 12 de octubre de 2014

Conversación con alumnos del Colegio Saint Lawrence de Quilpué sobre "Viaje al Fondo del Tiempo"

El pasado 10 de octubre fue uno de aquellos días memorables para mí. Ese día estuve en el Colegio Saint Lawrence invitado por el profesor Jonathan Godoy para conversar con sus alumnos del 8°A de su establecimiento educacional. Junto a mí estuvo el también escritor Henry Rojas quien también publicó a través de "Puerto de Escape" del editor Marcelo Novoa, especialista en ciencia ficción chilena. La verdad es que fue una experiencia inolvidable, ahora cuento el por qué...


De partida, era la primera vez que concurría a un lugar donde la mayoría de los presentes había leído mi libro. Anteriormente, sólo había estado en sitios donde les daba a conocer a los oyentes de qué se trataba mi obra. Esta vez no tuve que hacer ningún esfuerzo, pues ya sabían de las andanzas de mis protagonistas.

Lo segundo, es que jamás habían conocido al autor de algún libro que les hayan hecho leer en clases. Ellos me recibieron más que bien, de inmediato querían obtener mis autógrafos y después me pedían tomarse fotos conmigo, además de darme una cartulina con sus dedicatorias, algo muy lindo de verdad.

Otro aspecto que me llamó la atención fue la popularidad de mi personaje Marcelo (Chelo) González. Según me contaban los estudiantes, se sentían identificados por sus modismos y también por el parecido de la realidad que ellos viven con la del Chelo. Todo un fenómeno a analizar. Me parece que dentro de los textos que se hagan leer en las aulas no sólo debieran estar los clásicos, sino también  algunas novelas y cuentos que reflejen la realidad actual de los barrios populares de mi país, como lo es el que provengo, en Playa Ancha. Cuando los niños y jóvenes se ven reflejados con alguna obra, a ésta le agarran cariño y, por ende, la leen con mayor atención.

Eso fue lo que me hizo ver posteriormente el profesor Godoy mientras compartíamos en la cocina junto a su colega del otro octavo básico. Él me relató que era la primera vez que sus alumnos compraban un libro nuevo, pues todos los anteriores eran libros usados provenientes de la calle. Ahora quedaron entusiasmados con la idea de comprarse lo que se les antoje en las librerías. Eso me pareció fascinante.

Tal como lo he dicho en más de alguna oportunidad en las charlas que me han invitado, para mí el mayor premio no es ser un súper-ventas ni tampoco ganar concursos literarios, sino más bien el hecho que la persona que lea mi libro quede contenta con lo que leyó, que pase un muy buen momento, y así me lo hicieron ver los adolescentes que compartieron conmigo ese día.

No me queda más que agradecer tanta buena onda que se ve reflejada en estas fotos y en el regalo que me hicieron que ya lo tengo en un lugar especial de mi habitación.

Con esto estoy más comprometido a terminar luego mi segundo libro de la saga Cosmicrónicas, del cual me quedan 5 capítulos.

Por ellos, mis lectores, seguiré escribiendo...


1 comentario:

Anónimo dijo...

Víctor, gracias por haberles permitido a tus lectores (mis alumnos) la mágica posibilidad de acercarse a la literatura a través de tu obra.
Realmente se agradece tu interés y compromiso.
Estarán fascinados cuando les cuente sobre tu publicación en el blog.