VIAJE AL FONDO DEL TIEMPO, a diferencia
de las producciones hollywoodenses, se ríe de los grandes enigmas de
la Humanidad, y lo hace con tanta gracia que sus protagonistas,
adolescentes latinoamericanos sin conocimientos científicos ni
filosóficos, viajarán por el espacio-tiempo, entre universos
paralelos y personajes de la Historia pasada y reciente, volviéndose
piezas claves para evitar el colapso final del mundo tal como lo
conocemos. VÍCTOR VARGAS AGUILERA ha escrito así, la novela de
ciencia ficción chilena más divertida de los últimos tiempos, y no
podía ser de otro modo, tratándose de una temática tan cara el
género fantástico.
En
este primer tomo de las Cosmicrónicas,
tres mayas son reclutados por un
sacerdote sumerio para cumplir una importante misión para evitar el
fatal desenlace de la vida en la Tierra. Para ello deben reunir siete
gemas sagradas ubicadas en distintas épocas y lugares, por lo que
deberán viajar a través de portales espacio-temporales.
Y en el camino conocen a un
delincuente chileno llamado Marcelo (alias “Chelo”), junto a
quien deberán frenar a un grupo de extraterrestres opositores
conocidos como “Anunnaki”, cuyas bases más cercanas a nuestro
planeta se ubican en la Luna y Marte. Sin embargo, otras fuerzas
poderosas como la “Confederación Galáctica” y el “MJ-12”
también se inmiscuirán en el destino de nuestro planeta. ¿Entonces,
cuál es el verdadero propósito de cada sociedad? Es lo que tendrán
que averiguar estos improvisados héroes latinos si quieren que la
vida persista por estos lares del Universo…
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